1/2 porción de masa para base de pizza
1 taza de mozzarella rallada
2 tomates medianos maduros en rodajas finas
1 cebolla roja mediana, en rodajas finas
100 g de jamón cocido en cuadraditos
2 cucharaditas de orégano seco
sal y pimienta
1 taza de queso cheddar rallado
aceite para untar.

Precaliente el horno a 210ºC.
Unte con aceite una bandeja para pizza de 30 cm y espolvoréela con polenta.
Divida la masa para hacer la base en dos porciones y estírelas con el rodillo para formar dos círculos de 24 cm.
Reparta en la mitad de cada uno de los círculos 1/2 taza de mozzarella y la mitad del tomate, de la cebolla y del jamón; espolvoree con orégano, sal y pimienta y ponga encima el queso cheddar.

Unte con aceite los bordes de cada base de pizza y cubra la mitad rellena con la otra mitad formando una empanadilla grande.
Apriete bien los bordes para que queden pegados.
Ponga ambas empanadillas en la bandeja preparada, píntelas con aceite y écheles un poco de sal.
Hornéelas durante 20 minutos, o hasta que estén doradas y crujientes.
Luego córtelas por la mitad para hacer los bolsillos y sírvalas inmediatamente.