| BASE
                           
 7 g de levadura seca
 1 cucharadita de azúcar
 2 1/4 tazas de harina
 1 taza de agua tibia
 
 COBERTURA
 
 10 hojas de espinacas, cortadas en tiras
 1 cucharada de aceite de oliva
 2 dientes de ajo, majados
 2 cebollas medianas, picadas
 1 lata de tomates, escurridos y triturados
 1/4 cucharadita de pimienta molida
 12 aceitunas negras sin carozo, troceados
 
 
 Precaliente el horno a 210ªC.
                           Unte con aceite o con manteca derretida un molde para pizza de 30x25x2 cm.
 
 Para preparar la base, mezcle la levadura, el azúcar y la harina en un cuenco grande.
 Añada el agua en forma gradual y remuévalo todo hasta obtener una pasta fina.
 Amásela sobre una superficie ligeramente enharinada hasta que quede fina y elástica.
 Colóquela en un cuenco ligeramente engrasado, cúbrala con un paño grueso y déjela reposar en un sitio cálido 15 minutos
                           o hasta que doble su volumen.
 
 Para preparar la cobertura, ponga las espinacas en una cacerola grande, tápela y cuézala a fuego lento 10 minutos.
                           Escúrralas y déjelas enfriar.
 Aprételas con las manos para eliminar el exceso de agua y resérvelas.
 
 Caliente aceite en una cacerola mediana, agregue el ajo y las cebollas y sofríalo todo a fuego lento de 5 a 6  minutos.
 Añada los tomates y la pimienta y déjelo cocinar suavemente durante 5 minutos.
 
 Golpee un poco la masa, retírela del cuenco y amásela sobre una tabla ligeramente enharinada de 2 a 3 minutos.
 Pase el rodillo sobre la masa y extiéndala sobre el molde preparado.
 Disponga encima las espinacas, cubrálas con el sofrito y esparza las aceiturnas sobre éste.
 
 Hornee la pizza entre 25 y 30 minutos.
 Sírvala caliente o fría, en porciones pequeñas cuadradas o rectangulares.
 La base también puede hacerse con masa de pan, o bien con masa de panecillos o pasta quebrada. |