| INGREDIENTES (Para 4 personas)
                           
 200 gr. de harina
 20 gr. de mantequilla
 5 gr. de sal
 5 gr. de levadura prensada
 100 ml. de agua fría
 
 Tamizamos la harina, para que no tenga grumos, seguido la ponemos en una mesa, haciendo forma de volcán. 
 Ponemos la mantequilla a fundir, pero con mucho cuidado, en un cazo y justo cuando le dé el calor retiramos, ya que no tiene
                           que hervir. Una vez caliente y blandita la mantequilla, la añadimos sobre el volcán de harina.
                         
 Incorporamos el resto de los ingredientes (sal, levadura) y vamos amasando, mezclando todo. Vamos añadiendo el agua poco a
                           poco mientras seguimos mezclando bien. Una vez añadida el agua, la masa tiene mucha liga, es decir, está correosa y no se
                           quedaría con su característica forma redonda de pizza, no quedaría homogénea: dejaremos reposar para que la vaya perdiendo.
                           
 
 
 Una vez la masa reposada y perdida la liga, estiramos, trabajándola bien con las manos, para conseguir una masa con los ingredientes
                           bien repartidos.
                         RECOMENDACIONES
                           
 Cuando pongamos a calentar la mantequilla, hemos de tener mucho cuidado, ya que la mantequilla no puede desligarse, ha
                           de estar justo templadita, lo justo para fundir, de lo contrario el suero saldría y no lo podríamos llegar a ligar de nuevo.
 
 ACABADO  DEL PLATO
                           
 La lógica sería colocarle ingredientes encima de la masa y cocerla, pero ésta la dejaremos sin terminar, ya que lo que
                           queremos es saber la receta básica de pizza para personalizar a nuestro gusto.
 
 TRUCOS Y CONSEJOS
                           
 Si os gusta, podéis incorporar algún aromatizante a la masa: ajo en polvo, perejil.
 
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